1. Oración Inicial: Ven Espíritu Santo. Danos la
gracia de acoger la Palabra de Dios.
Ilumínanos con tu luz, abre nuestra inteligencia y nuestros corazones
para comprenderla. Danos la voluntad, el
valor y la gracia necesaria para vivirla en nuestras vidas. AMÉN. Cantar
«Espíritu Santo Ven, Ven».
2. Lectura: ¿Qué dice el texto?
a. Introducción: El texto de hoy muestra
cómo Jesús acoge a un leproso. En aquel tiempo, los leprosos eran las personas
más excluidas de la sociedad, evitadas por todos. En Israel, el leproso fue
considerado impuro y excluido no sólo de la sociedad, sino hasta de Dios (Lev
14,1-32). Quien se le acercaba también quedaba impuro. Veamos la actitud y qué
hace Jesús. Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.
b. Leer el texto: Marcos 1,40-45: Hacer una lectura atenta, pausada y reflexiva.
Tratar de descubrir el mensaje de fe que el evangelista quiso transmitir a su
comunidad. Leerlo una segunda vez.
c. Un momento de silencio orante: Hacemos
un tiempo de silencio, para que la palabra de Dios pueda penetrar en nuestros
corazones.
d. ¿Qué dice el texto?
1)
Cada persona lee el versículo o parte del texto que te impresionó más.
2)
¿Cómo se expresa en este texto la marginación de los leprosos?
3)
Describe cómo Jesús acoge, sana y reintegra al leproso. Intentemos observar bien todos los detalles.
4)
¿Qué advertencia da Jesús al leproso sanado? ¿Cómo reaccionó a tal
advertencia?
5)
¿Qué consecuencia sufrió Jesús por asumir la causa de los excluidos?
3. Meditación: ¿Qué nos dice el texto hoy a nuestra vida? No es necesario responder a cada pregunta. Seleccionar las más
significativas para el grupo. Lo importante es conocer y profundizar el texto,
reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.
a)
¿Qué leyes, creencias o tradiciones excluyen y maltratan hoy a las
personas?
b) A pesar de dos mil años de cristianismo, la exclusión y la marginación
de ciertas categorías de personas continúan hasta hoy, tanto en la sociedad
como en la Iglesia. ¿Cuáles son hoy, las categorías de personas excluidas y
evitadas en la sociedad y en la Iglesia?
c)
¿En nuestras actitudes cotidianas de qué manera excluimos y juzgamos a
los demás?
d) ¿De qué manera en nuestra comunidad nos mostramos injustos y
excluyentes?
e)
¿Cómo imitar hoy la conducta de Jesús con los excluidos?
f)
¿Qué retos plantea a mi vida personal el seguimiento de Jesús y su
proyecto?
g) ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer
en concreto para que se haga realidad?
4. Oración: ¿Qué le decimos a Dios después de escuchar y meditar su
Palabra? Ponemos en forma de oración todo aquello que hemos reflexionado sobre
el Evangelio y sobre nuestra vida. «Si quieres,
puedes limpiarme».
5. Compromiso: Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto, volver la mirada
al mundo y comprometernos con el Reino de Dios y su justicia: En Jesús, quedan abolidas las fronteras que dividen
a los seres humanos. ¿En qué acciones o gestos
concretos podemos construir una comunidad más coherente con las exigencias del
Evangelio? Llevamos una "palabra". Puede ser
un versículo o una frase del texto. Tratar de tenerla en cuenta y buscar un
momento cada día para recordarla y tener un tiempo de oración donde volver a
conversarla con el Señor.
6. Oración final: Padre
creador, que nos amas y nos llamas cada día a conformar nuestra vida en tu
Hijo, nuestro hermano y maestro. Danos riesgo y libertad para asumir el
proyecto de tu Hijo para la construcción de una sociedad justa e igualitaria en
donde cada persona encuentre su propio lugar y valía, en la que la ley no sea
utilizada para beneficio de unos cuantos privilegiados sino para defender la
Vida en todas sus expresiones, especialmente aquella que se encuentra en
situación de peligro o desprotección. Tú que vives y amas por los siglos de los
siglos. Padre Nuestro, que estás en el cielo… AMÉN.
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